viernes, 18 de julio de 2014

Una cerveza.

Desde el mar me tomo una cerveza en memoria a todos los que se fueron o por los cuales salí huyendo, pero cuyo camino no terminó de hacer perpendicular.

Por ese verbo tan poderoso: "extrañar". Por sentirlo muy dentro, en cada rincón de tu ser.
Y por la bella sensación de tiempo, de cero, de nada es unidireccional e irreversible.

De poder (y esperar) decir: "Bienvenido, te he echado de menos".
Y tragar malos recuerdos, orgullo y tiempo perdido para hacer hueco a los nuevos "puede...", "quizás...", "haremos...".
Y si la suerte nos lo permite, currarse las nuevas historias, sacrificios y sonrisas.

Porque sólo depende de uno mismo que una oportunidad sea sinónimo de sonrisa.

martes, 1 de julio de 2014

Yo soy esa primavera que nunca tendrás.

Yo una niña buena, tú un chico de calle...
De los que roban algo más que el corazón. De los que cuya fuerza vital se construye a partir de mis ganas de vivir. ¡Y qué bien lo hiciste!
Te las llevaste: mis ganas de vivir, mi sonrisa, mi amor y la chica que conociste.
Porque entre los límites de tu vida y la mía, ahora hay un abismo suicida donde mis palabras se caen y no llegan directamente a tu ser.
No sé si te acuerdas de aquellas tardes de otoño... Desde entonces me encanta el color de la sangre sobre la nieve, congelándose, parando todos mis sentidos.
Qué pronto pasamos de arañarte la espalda a clavarme el puñal.
Me siento como una piñata de cumpleaños, llena de regalos y dulces. Pero los niños la golpean, exprimen su identidad para robar todos sus tesoros.
Que no te extrañe que por dentro esté to' rota.
Supongo que eres feliz (aunque no me lo creo) siendo lo más humano posible. Yo esta vez me niego a llevarte como mi talón de Aquiles.
Quiero matar estas musas, no están mal, pero te las devuelvo. Después de quemar el bosque florece la vida... YO SOY ESA PRIMAVERA QUE NUNCA TENDRÁS.
Porque entre tren y tren, te pasaste de estación y era de ida, sin vuelta.
Siento escribir tanto odio, pero quiero sacar este lastre.
He vuelto a nacer, y sé quién quiero que me vea crecer. Mis primeros pasos fueron hacia él, porque desviándome el camino sigue marcado con fuerza, es la travesía de mi más pura felicidad.
¡Qué tonta fui! Quise probar nuevos caminos y conocí el daño.
Tú fuiste una rosa invertida, pero esque yo quiero orquídeas. Quiero esa flor.
Y voy a por ella, porque es un puto reto, porque amar es fácil, saber cómo, no.
Sólo quería lanzar al viento gritos de esperanza, y despedirme, pues nunca sabrás cuál será mi última palabra.